Hace años cuando una persona iba al médico o al abogado oa cualquier profesional donde el médi productivo principal fuera «el intelecto», nadie se planteaba si el precio era caro o barato, si pagaban mucho o poco, porque lo decía el Sr.metge o el Sr.advocat y la gente ni sabía ni tenía acceso al conocimientoHoy en día, gracias a internet, ya la facilidad que tiene la gente de acceder a la información y formación, las cosas han cambiado (aquí habría un debate sobre la calidad de información de Internet pero este no es el tema del que hablamos).Actualmente, un cliente al abogado y cuando salga este le pasa la minuta le dice «200 euros por 30 minutos de consulta?». O un mecánico debe sentir … «Hombre! Esto lo hago yo mirando el youtub! «.
Cada vez es más difícil justificar algo que no debería necesitar justificación, el trabajo de alguien que hace un servicio (transportistas, abogados, médicos, consultores, editores, ingenieros, terapeutas, psicólogos, traductores, técnicos ….).Damos explicación al precio? Un buen profesional consultor tiene toda la inversión de su formación puesta en su cabeza: años de estudios con su coste correspondiente, miles de noches sin dormir estudiante, prácticas en empresas, másters carísimos, seguros de responsabilidad nada baratas, … y cuando ya tienes todo el conocimiento en la cabeza … tienes que sumar el trabajo de asimilar todo, la interiorización de la información y ser lo suficientemente creativo o tener el talento suficiente para resolver el problema de tu cliente en el mínimo tiempo.
Y cada problema es un examen final, porque sino lo haces bien el cliente marcha, o si la competencia quiere, puede dar soluciones alternativas despreciando tus y sin embargo, aguantar estoicamente con una sonrisa la frase «es muy caro»!
El otro día vino a casa un técnico que repara electrodomésticos y por 5 minutos de trabajo nos hace facturar 60 euros / hora + 30 de desplazamiento. 90 euros en 5 minutos !!! Pero él sabía qué cable se debía enchufar !!
Todo esto lo expongo es para situarnos en la realidad de muchos de nosotros: no se valora igual 90 euros en nuestro trabajo que 90 euros en un pantalón (por ejemplo).
Toda esta problemática lleva a que muchas veces los profesionales de servicios no acaben facturando sus trabajos, o que alguien les pida «como favor», o amigos y familiares piden «porque son familia» …..
Pues bien !! Ayer estuve hablando con dos personas que me dieron una gran lección!
«Siempre cobra por tus servicios aunque sea con un café!». Es un precio simbólico, pero si tú no le das valor a los demás tampoco lo harán!